Déjame soñar por ti...
29.01.2021
Ahora, que mi madurez no añora su juventud, le doy importancia a las horas sin tener en cuenta si es demasiado tarde o temprano. Ellas ya no son el conocido pasar del tiempo en balde, sino más bien, marcan en mi vida sus minutos como un regalo y todo un disfrute en segundos al detalle. En este exquisito recorrer, la bondad, la tristeza, la alegría, la rabia, la impotencia y, a veces, el no saber qué hacer, inundan de buenas ocasiones con sus impertinentes dudas mis años y pequeña sabiduría.
Dedicado a mi marido para el día de su cumpleaños, este poema habla de nuestro amor en donde sus ramos de rosas supieron y todavía saben de sus espinas más dolorosas, aunque también de su dulzura, ilusión y esperanza.
No escondas para ti tu preciosa sonrisa,
déjala que acaricie todo mi cuerpo
para dar cálida luz a mis azules venas
que echan de menos el vibrar altanero
de la gracia del vivir, sin trucos agoreros.
para dar cálida luz a mis azules venas
que echan de menos el vibrar altanero
de la gracia del vivir, sin trucos agoreros.
de la gracia del vivir, sin trucos agoreros.