Déjame soñar por ti...

29.01.2021

Ahora, que mi madurez no añora su juventud, le doy importancia a las horas sin tener en cuenta si es demasiado tarde o temprano. Ellas ya no son el conocido pasar del tiempo en balde, sino más bien, marcan en mi vida sus minutos como un regalo y todo un disfrute en segundos al detalle. En este exquisito recorrer,  la bondad, la tristeza, la alegría, la rabia, la impotencia y, a veces, el no saber qué hacer, inundan de buenas ocasiones con sus impertinentes dudas mis años y pequeña sabiduría.

Dedicado a mi marido para el día de su cumpleaños, este poema habla de nuestro amor en donde sus ramos de rosas supieron y todavía saben de sus espinas más dolorosas, aunque también de su dulzura, ilusión y esperanza.

No escondas para ti tu preciosa sonrisa,

déjala que acaricie todo mi cuerpo

para dar cálida luz a mis azules venas

que echan de menos el vibrar altanero
de la gracia del vivir, sin trucos agoreros.

Regálame el rubor de tus mejillas.
Con su timidez saciaré mis encantos
para vestir poco a poco mis lentos pasos
que aún no han renunciado un cercano pasado
que supo de verdes campos, de rojos tangos.

Cólmame de tu mirar tranquilo en pausa.
Con su paz cocinaré mi madurez con cautela
para alimentar de sinuosos cuentos mis caderas
que una vez consiguieron robarte el sueño
en las mañanas, en las tardes, en las noches más sedientas.

Más, en el silbar de inciertos y esperados vientos,
robaré de tu alma toda pesadilla, todo miedo
y, derribaré sus puertas ciegas del alzar del tiempo
para caminar juntos este cansado presente
que, a veces nos agota y otras, nos adormece.

Por todo ello
déjame que sueñe...por ti

Elisabet Mallol López
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